El municipio de Xilxes ha culminado el mes de julio con una serie de decisiones gubernamentales que han sido objeto de fuertes críticas y han generado un ambiente de retroceso en el desarrollo local. Entre las medidas más controvertidas se encuentra la polémica decisión de volver a celebrar misas en el paseo marítimo, lo que ha suscitado un debate sobre la laicidad y el uso de espacios turísticos y de playa con fines religiosos tambien han colocado un cristo en el salón de plenos mostrado la falta de cultura democrática en un acto que va contra la constitución al romper la aconfesionalidad de la institución municipal.

Además, la cancelación del proyecto de construcción de una piscina municipal descubierta ha dejado a los niños de Xilxes sin una opción recreativa y deportiva en su propio municipio. La anulación de la financiación para este proyecto ha sido motivo de desilusión entre la comunidad, quienes ahora deberán desplazarse a La Llosa para disfrutar de una piscina, debido a las decisiones de Minguet y Mayte Melchor.

El traslado de la oficina de turismo a un nuevo espacio, que implica el pago de alquiler, ha sido objeto de críticas sobre la gestión de recursos municipales y ha generado interrogantes sobre la necesidad real de este cambio y a quien benefician..

Estas decisiones han llevado a algunos a cuestionar la dirección del gobierno local, considerando que se está retrocediendo y eliminando avances previos en el desarrollo del municipio.

Mientras tanto, las preocupaciones reales de los xilxeros, como el combate contra los mosquitos, la dinamización de la playa y la falta de limpieza vial, parecen haber quedado relegadas a un segundo plano, sin la atención necesaria por parte de las autoridades locales.

La última actividad programada en julio fue la feria del melón de Xilxes, que contó con una escasa participación de agricultores. Esta disminución se atribuye a las críticas feroces recibidas en años anteriores por parte del PP, quienes atacaron la marca "melón de Xilxes" en defensa de la marca "productos de Castellón Sur".

El cierre de julio ha dejado en evidencia la importancia de una gestión gubernamental que responde a las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos, atendiendo a sus preocupaciones reales y promoviendo avances en lugar de retrocesos. Es esencial que el gobierno local escuche a la comunidad y tome decisiones que beneficien verdaderamente el desarrollo y bienestar de Xilxes y sus habitantes y no solo a la al núcleo duro de sus votantes.

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