opinions
Xilxes, los puntos violeta y el buen rollismo: La responsabilidad de los políticos ante el escrutinio democrático
En Xilxes, como en cualquier otra localidad, la política debe ser un instrumento para mejorar la sociedad, no para servir intereses personales o agendas encubiertas. La reciente instalación de los puntos violeta ha despertado opiniones encontradas, pero un punto violeta es un punto atendido por profesionales para que cuando una mujer llegue pidiendo ayuda, se coordine la ayuda psicológica, sanitaria, judicial, y se preserve su privacidad, no es una cuestión de propaganda y "buen rollismo" que, aunque bien intencionado, a veces puede carecer de la profundidad y el rigor que las decisiones políticas requieren.
DIRECTE PLATJA
Statistics
- Articles View Hits
- 1333283
Login Form
Esquerra Unida había presentado esta solicitud, como lo lleva haciendo los últimos 8 años, argumentando que la plaza y la fuente son espacios utilizados para todo tipo de manifestaciones, ya sean políticas, culturales o religiosas. Sin embargo, la autorización reciente por parte del alcalde para una manifestación religiosa en el mismo lugar y la denegación días después para la conmemoración del 14 de abril ha generado una controversia aún mayor.
Esquerra Unida de Xilxes ha solicitado permiso para colocar la bandera republicana en la fuente de la plaza del ayuntamiento en conmemoración del 14 de abril, fecha de la proclamación de la Segunda República (periodo democrático que comenzó en 1931 y finalizó con el golpe de estado de 1936).
Esta petición ha sido denegada por el alcalde de Xilxes, el reaccionario Ismael Minguet. La rápida respuesta negativa del alcalde, que llegó apenas 15 horas después de recibir la solicitud, ha generado un debate sobre la equidad en el uso del espacio público y la libertad de expresión en la localidad.
En años anteriores, la plaza del ayuntamiento de Xilxes ha sido testigo tanto de los actos de Semana Santa como de la conmemoración del 14 de abril, con espacio para todas las expresiones. Ahora, con la reciente negativa del alcalde Minguet vemos un cambio en la política municipal, donde se privilegian ciertos eventos sobre otros, y se limita la participación de ciertos grupos en el espacio público.
Esta decisión ha llevado a acusar al gobierno de selectivo y totalitario, con un Ismael Minguet inquisidor, dictatorial y populista, quien parece estar gobernando exclusivamente para ciertos sectores de la población.
La falta de coherencia en la aplicación de las políticas municipales y la aparente discriminación en la autorización de eventos públicos plantean serias preocupaciones sobre la igualdad de derechos y la diversidad de opiniones en Xilxes.
Es necesario un debate abierto y transparente sobre el uso del espacio público y la libertad de expresión en la localidad, garantizando que todas las voces sean escuchadas y respetadas.
Los principios democráticos de pluralismo y equidad deben prevalecer en la administración municipal, asegurando que todos los ciudadanos tengan igualdad de oportunidades para expresar sus ideas y conmemorar eventos importantes para la historia y la identidad de España y Xilxes.
Esquerra Unida ha declarado que Xilxes no se merece un alcalde que solo apoye las políticas ultraderechistas del ala más extrema del PP y que debe recordar que gobierna para todo el pueblo.
