La reciente privatización del servicio de socorrismo por parte del equipo de gobierno del Partido Popular ha suscitado debate. Los críticos de esta medida argumentan que la seguridad de los bañistas, un aspecto vital durante el verano, no debería ser objeto de lucro. Subrayan que la gestión pública garantiza la igualdad de acceso y la calidad del servicio, aspectos que podrían verse comprometidos bajo una administración privada que busca en primer lugar enriquecerse.
Además desde Esquerra Unida Xilxes, señalan que esta decisión libera a los concejales y al alcalde de trabajo y responsabilidades directas, lo que plantea preguntas sobre la rendición de cuentas en la gestión de servicios públicos esenciales. Este cambio representa un punto de inflexión en cómo se valoran y protegen los servicios públicos que son fundamentales para la seguridad y el bienestar de la comunidad.