La Generalitat Valenciana ha puesto en marcha una nueva línea de autobús entre la playa de Xilxes y la Vall d’Uixó, pero el deficiente horario establecido ha provocado una ola de críticas por parte de los vecinos y sectores políticos. La iniciativa, que podría haber sido una solución para conectar ambas localidades, se ha convertido en un servicio limitado que no responde a las necesidades de la población.
Un horario incompatible con las necesidades reales
El horario del autobús resulta especialmente problemático para los estudiantes de ESO, Bachillerato y FP que viven en Xilxes. El único autobús disponible para subir a la Vall d’Uixó por la mañana parte a las 8:00 y llega a las 8:20, un horario que no permite a los jóvenes llegar a tiempo para el inicio de las clases. El siguiente autobús no circula hasta las 14:40, lo que lo hace inservible para usos educativos.
Por otro lado, el regreso a Xilxes desde la Vall d’Uixó también presenta inconvenientes. El primer autobús de bajada es a las 14:20 y el siguiente a las 19:00, dejando a la población mayor sin opciones viables para ir a la Vall d’Uixó por la mañana y regresar a una hora adecuada. En resumen, el servicio resulta ineficaz para gran parte de los usuarios potenciales.
Sin servicio los fines de semana: incomunicación total
Otro aspecto muy criticado es la falta de servicio los fines de semana y festivos. Esta ausencia no solo deja incomunicados a los vecinos de la playa, sino que también impide que visitantes puedan acceder al litoral mediante transporte público. Esto supone un impacto negativo en el turismo local y limita las posibilidades de desarrollo económico para la zona.
Críticas políticas y sociales
Desde Esquerra Unida ya se había alertado de que el proyecto, tal y como estaba planteado, no tendría éxito. Sin embargo, el gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento y la Generalitat decidió implementarlo sin introducir mejoras o adaptaciones. La falta de un plan más completo y acorde con las necesidades de los vecinos ha llevado a catalogar el servicio como "un desastre", tanto desde un punto de vista operativo como social.
Reclamo de soluciones inmediatas
Los vecinos y los partidos de la oposición exigen una revisión urgente del servicio, incluyendo un incremento en la frecuencia de los autobuses, horarios adaptados para estudiantes y personas mayores, y la inclusión de fines de semana y festivos. Sin estas mejoras, la línea corre el riesgo de convertirse en un fracaso anunciado, desaprovechando una oportunidad para mejorar la movilidad en la comarca.
La falta de previsión y sensibilidad ante las necesidades reales de los usuarios deja patente que, en su forma actual, este proyecto no responde al objetivo de facilitar la vida de los vecinos ni de potenciar el transporte público como alternativa sostenible.