En Xilxes, como en cualquier otra localidad, la política debe ser un instrumento para mejorar la sociedad, no para servir intereses personales o agendas encubiertas. La reciente instalación de los puntos violeta ha despertado opiniones encontradas, pero un punto violeta es un punto atendido por profesionales para que cuando una mujer llegue pidiendo ayuda, se coordine la ayuda psicológica, sanitaria, judicial, y se preserve su privacidad, no es una cuestión de propaganda y "buen rollismo" que, aunque bien intencionado, a veces puede carecer de la profundidad y el rigor que las decisiones políticas requieren.